Corrían los años 90, cuando los teléfonos aún tenían teclas y el fax era lo más parecido al correo electrónico.
En esa época, Internet en España era un lujo reservado para hackers en pijama y empresarios con paciencia infinita. Pero todo cambió cuando Telefónica lanzó InfoVía, la primera red de acceso a Internet en España, operativa desde 1995 hasta 1999.
¿Qué era InfoVía?
InfoVía no era exactamente Internet, sino una red de acceso a servicios en línea, una especie de autopista que conectaba a los usuarios con distintos proveedores sin necesidad de una conexión directa a Internet. Fue la puerta de entrada al ciberespacio para muchos españoles, aunque con la velocidad de un caracol con reuma.
Los usuarios podían conectarse con una tarifa local, sin necesidad de llamar a números de larga distancia, lo que evitaba sustos en la factura telefónica y broncas familiares. Esto democratizó el acceso, y pronto InfoVía se llenó de usuarios curiosos, servicios de chat primitivos y foros donde se debatían cosas tan importantes como si el Tamagotchi tenía alma.
En 1999, Telefónica cerró InfoVía y la reemplazó por InfoVía Plus, que ya era más un acceso a Internet «de verdad» y allanó el camino para las primeras conexiones ADSL.
¿Qué medidas de seguridad tenía?
Bueno, en términos de seguridad, InfoVía era un coladero, pero en aquel entonces, la ciberdelincuencia era más artesanal y menos industrializada. Algunas medidas que existían incluían:
- Autenticación básica: Usuario y contraseña para conectarse (que muchos guardaban en un post-it pegado al monitor).
- Protocolos rudimentarios: Se usaban protocolos como SLIP y PPP para la transmisión de datos, con una encriptación tan resistente como un candado de bicicleta en una cárcel.
- Firewalls prehistóricos: Los ISP podían bloquear ciertos accesos, pero la protección era mínima.
- Primeros antivirus y programas de seguridad: Los usuarios más paranoicos usaban Norton o Dr. Solomon, pero la mayoría navegaba desnudos ante cualquier amenaza.
El principal problema de seguridad era la inexperiencia de los usuarios, que clicaban en todo sin miedo y compartían sus datos con la misma confianza con la que se dejaba la puerta abierta en los pueblos.
Los Módems de la Época: Sonido a 56Kbps
Hablar de InfoVía sin mencionar los módems es como hablar de la prehistoria sin dinosaurios. Aquellos módems analógicos eran la joya de la corona de cualquier hogar conectado.
Los modelos más populares eran:
- US Robotics Sportster 33.6 y 56K: La NASA los habría usado para hablar con Marte si no fueran tan lentos.
- Hayes Accura: Un tanque que hacía más ruido que una impresora matricial.
- ZyXEL Omni 288: Elegante, rápido (para su época) y con una lucecita que hipnotizaba.
Cómo funcionaban
Conectabas el módem al teléfono, marcabas el número de acceso a InfoVía y esperabas el mítico sonido: un crujido satánico seguido de pitidos que parecían mensajes alienígenas.
Si alguien descolgaba el teléfono en casa, adiós conexión y hola bronca. Era la época en la que navegar por Internet implicaba negociar horarios familiares para que nadie hiciera llamadas.
Las Primeras Comunicaciones Online en España
Con InfoVía, los primeros internautas españoles descubrieron un mundo digital rudimentario pero fascinante. Algunas de las actividades más comunes eran:
- Chatear en IRC-Hispano: Donde se inventaron los «ASL?» y los primeros trolls.
- Buscar información en Altavista y Lycos: Google ni existía.
- Conectarse a BBS (Bulletin Board Systems): Las redes sociales de la prehistoria digital.
- Correo electrónico con Eudora y Outlook Express: Mandar un email era como escribir una carta con cera lacrada.
- Descargar imágenes de 100KB en 15 minutos: La paciencia era la virtud de todo internauta.
Conclusión
InfoVía fue el abuelo del Internet moderno en España. Fue lento, primitivo y con más vulnerabilidades que una tienda sin cerrojo, pero también abrió las puertas a una generación que se atrevió a dar el salto digital. Sin InfoVía, España habría llegado tarde a la revolución de Internet, y quién sabe, quizás hoy seguiríamos esperando a que cargase una imagen en Paint.
Así que, aunque nos hizo sufrir con sus desconexiones y su velocidad de tortuga asmática, InfoVía merece un hueco en la historia de la informática española.