En 2006, Assange funda WikiLeaks, una plataforma orientada a la filtración segura y anónima de documentos confidenciales.

Julián Assange

Por Frank| Especial para neobiters.com

LONDRES / MELBOURNE / BARCELONA – La historia de Julián Assange es una de las más emblemáticas de la era digital. Es la historia de un joven prodigio australiano que se convirtió en el enemigo público número uno de las grandes potencias mundiales, simplemente por difundir la verdad.

Infancia en movimiento

Nacido el 3 de julio de 1971 en Townsville, Australia, Assange vivió una infancia itinerante. Sus padres, artistas vinculados a círculos contraculturales, se mudaban constantemente. Esta inestabilidad forjó en él una temprana capacidad de adaptación y una mirada crítica hacia la autoridad. A los 16 años, empezó a explorar sistemas informáticos bajo el seudónimo Mendax, y fue parte de un colectivo llamado International Subversives, especializado en acceder a redes gubernamentales sin causar daño, por el simple objetivo de exponer vulnerabilidades.

> «No es la censura lo que me da miedo. Es que nadie hable de lo que ha sido censurado», escribiría años después.

Fundación de WikiLeaks y el Cablegate

En 2006, Assange funda WikiLeaks, una plataforma orientada a la filtración segura y anónima de documentos confidenciales. El objetivo era claro: ofrecer al periodismo global una vía para romper el cerco informativo, sin intermediarios ni editores obedientes a intereses corporativos.

Entre 2006 y 2010, WikiLeaks publicó documentos sobre corrupción en África, las prácticas de la Iglesia de la Cienciología, y abusos en Guantánamo. Pero el punto de inflexión fue 2010, con la filtración masiva de documentos del ejército de EE. UU., entre ellos:

Collateral Murder (ver vídeo original en Wikileaks), donde se ve cómo un helicóptero Apache mata a civiles y periodistas en Bagdad.

Los Diarios de la guerra en Afganistán e Irak (enlace aquí) que detallaban abusos sistemáticos.

El Cablegate, más de 250.000 cables diplomáticos de EE. UU. (acceso aquí).

Estas filtraciones le valieron tanto premios periodísticos como el Sam Adams Award y el reconocimiento de medios como The Guardian y Der Spiegel, como también la enemistad declarada del Pentágono y sectores del Departamento de Estado.

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Persecución y asilo

En diciembre de 2010, tras una orden de captura internacional por presuntos delitos sexuales en Suecia (luego desestimados), Assange se entregó voluntariamente a la policía británica. Temiendo una extradición a Estados Unidos a través de Suecia, en 2012 se refugia en la embajada de Ecuador en Londres, donde permanecerá hasta abril de 2019, cuando el gobierno de Lenín Moreno le retira el asilo.

Fue arrestado por la policía británica y confinado en la prisión de alta seguridad de Belmarsh. Desde entonces, enfrenta un proceso de extradición a EE. UU. bajo la Ley de Espionaje, con cargos que podrían suponer 175 años de cárcel.

Organizaciones como Reporteros Sin Fronteras (RSF) y Amnistía Internacional (Amnesty) han denunciado que este proceso representa una amenaza grave para la libertad de prensa mundial.

Apoyo a Cataluña

En 2017, Assange expresó abiertamente su apoyo al referéndum catalán, utilizando su cuenta de Twitter (hoy X) para denunciar la represión del Estado español. En un tuit del 21 de septiembre de 2017, escribió:

> “La represión en Cataluña revela el miedo de los gobiernos a la autodeterminación de los pueblos. Internet ha destruido el monopolio del poder narrativo.”

Estas palabras resonaron en el independentismo catalán y encendieron la polémica en medios españoles. Desde entonces, fue vetado en espacios públicos y acusado de interferencia política.

Legado periodístico y filosófico

Más allá de la controversia, el caso Assange reabre un debate esencial: ¿es delito decir la verdad?. WikiLeaks no robó información, la publicó. Y lo hizo con criterios de interés público, en colaboración con algunos de los periódicos más importantes del mundo.

Assange también ha sido una figura filosófica del ciberactivismo. En sus ensayos, como «Conspiracy as Governance» (texto original aquí), desarrolla cómo el secretismo en el poder se combate filtrando información.

¿Dónde está Assange hoy?

Assange sigue encarcelado en Londres. Su salud mental y física se ha deteriorado seriamente. En diciembre de 2023, el relator de la ONU contra la tortura reiteró que su detención prolongada puede considerarse “trato cruel e inhumano”.

Su equipo legal ha apelado la decisión de extraditarlo a EE. UU., mientras su esposa, Stella Assange, encabeza una campaña mundial por su liberación (sitio oficial de la campaña).

Conclusión: un periodista en el banquillo

Julián Assange representa la cara más incómoda del periodismo: aquella que no calla, no negocia, no obedece. Su vida es testimonio de lo que puede ocurrir cuando se desafía el poder con información veraz. La lucha por su libertad es también la lucha por la libertad de prensa en el siglo XXI.

Enlaces adicionales:

WikiLeaks – Sitio oficial

Free Assange – Campaña global

RSF sobre el caso Assange

Documental “Risk” (2016) de Laura Poitras

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